Accediendo a los Dones de la Palabra en el Ministerio de Oración: Una base bíblica
Hechos 2 nos da una idea de cómo los apóstoles y la iglesia primitiva esperaban que el Espíritu Santo hablara a través de cada creyente como uno de los cumplimientos del nuevo pacto. La explicación de Pedro llevaba implícita la inmediatez de la comunicación directa con el Espíritu Santo. Esto significa que los dones de palabra no están reservados a unos pocos elegidos, sino que son accesibles a todos los creyentes que buscan ministrar en el poder del Espíritu.
Una forma útil de entender los dones de palabra es observar casos del ministerio de Jesús y de la Iglesia primitiva, reflexionar sobre cómo la gente oye a Dios, compartir principios para reconocer la voz de Dios y cómo funcionan estos dones en el ministerio de la oración. Para oír claramente la voz de Dios, debemos acercarnos a Él. Como prometen las Escrituras, cuando nos acerquemos a Él, Él se acercará a nosotros. La clave para experimentar la cercanía con el Espíritu Santo no son las emociones o los sentimientos, sino tomar conciencia de Su presencia que ya está dentro de nosotros.
Los pasos prácticos para ejercer los dones de palabra incluyen la familiaridad con las Escrituras, ya que el Espíritu Santo y la Palabra de Dios siempre trabajan en armonía. También debemos cultivar un corazón de gratitud y arrepentimiento. Esto nos ayuda a ser conscientes de cómo actúa Dios en nuestro mundo y elimina barreras en nuestra relación.
La finalidad de los dones espirituales es siempre el bien común (1 Corintios 12:7). Los dones de palabra deben utilizarse para fortalecer, animar y consolar a las personas en su camino de fe. Podemos acceder a estos dones a través de la oración regular, el estudio de la Biblia y permaneciendo sensibles a la guía del Espíritu Santo.
El don de discernimiento espiritual crece a través de la madurez y el uso fiel de la Palabra de Dios. A medida que despertamos los dones dentro de nosotros, nos posicionamos para ser utilizados por Dios de manera poderosa a través del ministerio de la oración.
El objetivo sigue siendo el mismo hoy que en la Iglesia primitiva: ayudar a las personas a encontrar el amor de Dios, recibir su guía y crecer en su relación con Él a través de las percepciones sobrenaturales que proporciona el Espíritu. Considera la posibilidad de entrar hoy en el Espíritu para escuchar con más claridad lo que Él tiene que compartir contigo.