Marco para medir los progresos
Un modelo crea una forma de medir el progreso en el ministerio de la oración. La realidad es que a menudo no vemos respuestas inmediatas a la oración por sanación, ya sea física, emocional, mental o relacional. Recordamos con humildad que estamos llegando a ser como Jesús y los resultados de nuestros esfuerzos ministeriales carecerán de la plenitud del poder y la compasión de cómo Jesús ministró durante su tiempo en esta tierra. Hay quebrantamientos en nosotros y a nuestro alrededor que pueden perturbar nuestros intentos de seguir el ejemplo de cómo Cristo ministró en sus encuentros. La humildad y el deseo de mejorar nuestro ministerio de oración son razones para tener una manera de determinar lo que está sucediendo y cómo nuestros encuentros de oración impactan a otros. Esto crea una atmósfera saludable que dirige el enfoque en avanzar juntos hacia Dios.
Al disponer de un momento definido en el modelo de oración para el diálogo de retroalimentación entre el ministro de oración y el receptor de la oración, existe una forma de determinar hasta qué punto la oración está impactando en el receptor de la oración. La retroalimentación proporciona información en tiempo real y puede aumentar la eficacia de la oración.
Una de las razones de la retroalimentación es que somos seres integrados y la oración puede removernos física, emocional, intuitiva y espiritualmente. Podemos sentir cosas en nuestro cuerpo o emociones que nos ayudan a saber que Dios está actuando. Estas son formas en las que el Espíritu Santo se compromete con nosotros durante el ministerio de la oración.
Hay otro aspecto importante de la retroalimentación en el ministerio de la oración. Cuando se le pregunta al receptor qué es lo que está experimentando, es un reconocimiento de que el Espíritu Santo le está hablando y está obrando en él. Lo que piensan, sienten y perciben es legítimo e importante para que el ministerio de oración se mantenga centrado en unirse a la forma en que el Espíritu actúa en la vida de la persona que recibe la oración.
El feedback expresa cuidado y afirma la presencia de Dios en sus vidas. La retroalimentación crea mejores oportunidades de oración y aumenta el nivel de compasión por quienes reciben la oración. Cada encuentro de oración puede convertirse en un momento para acercarse a Cristo de una manera más profunda cuando la retroalimentación informa el proceso de oración.
